¡MAMI CINCO!

Pertinaz dialogo,
comitiva poderosa
con renovadas palabras.
A la que dan custodia
graciosillas acciones.
En medio del bullicio:
¡Mami cinco!
Alegre decorado
del vetusto orden familiar.
Tus cándidas e infantiles frases
doblegan nuestra voluntad.
La infancia siempre alcanza
razón de ser
en le arrebato adulto
de la fiesta y la diversión.
¡Mami cinco!
Tu manera de pedir dinero
para invertirlo en quimeras mágicas
encima de un lustroso tiovivo.
¡Mami cinco!
La expresión exaltada,
la armonía total,
panal de música y color,
espejo del poeta
donde se refleja el amor.

OTRO INÚTIL POEMA DE DESAMOR

Que ya no quiero saber nada de ti,
vuelan las quejas,
desamor largo, estirado, viajero,
gran discusión disconforme y ferviente.
¿Dónde quedaron los te quiero?
Dialéctica terrenal, a paso ligero.
Los ¿Por qué? Buscan alojamiento
y al fin se domicilian en el agotamiento.
Palabras y más palabras
que se lleva el viento.
Vivencias compartidas
en este maldito camino
que de pólvora cargo el destino.
Con espinosa diligencia misteriosa
el amor ya sabe
que se ha roto, de no usarse.
¿Dónde quedaron los te quiero?
En el baúl de los recuerdos.
Por darte velas sin saber nadar,
por darte vuelo sin saber volar,
en el lodazal, cariño donde naufragas,
esta mi corazón silencioso.

SIN TÍTULO

El verbo
no responde al castigo.
No es capaz de inhibir
sus impulsos.
Depredador infrenable
que busca la oración
para matar al sujeto.
Oscuridad en torno
de la primera persona
del singular…
Y como el adjetivo, callaba,
en el silencio proverbial
de su existencia, concentraba,
una violeta convulsión
superior a la muerte.
Megalomanía del verbo.
Amenazas al fin consumadas.

SUCEDE

Cuando llega la noche
no lo puedo remediar
se me agarran las vivencias,
y disuelvo entre los recuerdos
aquellos que me hicieron sonreír.
Y contemplo la huella adorable
de tu porte, tus dorados rizos,
la belleza de tu tez…
El pincel de la vida
trabajo con ahínco
en tu fervorosa figura.
Sucede que a tu lado
un rumor de alegría y júbilo
se alza en los confines
del trozo de vida
que nos ha tocado.
Inocente eres,
como cuadro de Leonardo,
destinado a ser un hombre
esculpido en la leyenda.

ESTA NOCHE

Esta noche
la comprensión
desplomo la realidad
como torres gemelas
en mi ánimo.
No dijo nada,
sin embargo
su mirada
empuño
con denodada decisión
el picaporte del adiós.
En el afligido arcón
de mi corazón
ya no quedan lágrimas,
ni pesar, ni rabia, ni dolor...
Esta roto, desecado, consumido,
como si hubiera sido
festín de termitas.
Así se forja
la oscuridad
de una historia,
repetida, cruel, antigua.
La historia
del ocaso de mi vida.