Algunos días a tu lado
son como un anticiclón.
Otros como fina banda de agua.
Otros la humedad es absoluta.
Pero todos,
los quiero
pasar a tu vera.
Recibiendo la energía
de tu saber,
como motor
de mi vida.
Convirtiendo el viento
de mi desden,
en ráfagas de amor.
Disociando mis lágrimas,
en impulsos positivos.
Mudando el nimbo
de mi aspereza
en lluvia de pasión.
Amante hidrófila
mi alma
sigue atada
a tu cuerpo.
Sigue atada
por siempre
a tu verbo.
Hola a todos y bienvenidos a mi casa. Este Blog nace como una iniciativa de mi necesidad de dar a conocer mis poemas y disponer de un medio para exponer mis sueños, ideas... Como todo buen blog que se precie espero tener vuestros comentarios. Muchas gracias por acompañarme en este divertido viaje. Espero disfrutarlo con vosotros
sábado, 24 de abril de 2010
Crepúsculo
Presto mi amor por ti
Se dilata
Y me lleva a las estrellas.
Entonces entiendo
El amor de los hombres.
La bondad, el sufrimiento,
Vírgenes sacrificios,
Hondo el sentimiento...
Todo lo entiendo,
todo lo se...
y este amor
Dueño y crepúsculo
de mi vida
sonríe a tu lado...
Se dilata
Y me lleva a las estrellas.
Entonces entiendo
El amor de los hombres.
La bondad, el sufrimiento,
Vírgenes sacrificios,
Hondo el sentimiento...
Todo lo entiendo,
todo lo se...
y este amor
Dueño y crepúsculo
de mi vida
sonríe a tu lado...
Desaire
Te voy a arrastrar
por el virginal lodo
del olvido.
A ti, mujer ideal,
por quien
en un tiempo pasado
mi mirada más tierna
anhelaba perderse,
desde el tobillo
hasta tus verdes ojos.
A ti, acechadora,
profusión de puñal,
bandida del sentimiento,
A ti, sicaria del dolor,
por quien
mis lágrimas
agrietan mi alma.
Y esta noche
para olvidar
de ti, mujer
tanto desaire
seré un hombre
a una botella
de Cardhu, pegado.
(Y eso que yo no bebo).
A ti amarga señora
tango, fado, bolero,
de la banda sonora
de mi existencia.
A ti, princesa,
te voy halar
por el promiscuo páramo
del abandono.
A ti, correa
y tutela
de mi amor.
A ti…
pegándome entonces
a la suela
de tus zapatos.
por el virginal lodo
del olvido.
A ti, mujer ideal,
por quien
en un tiempo pasado
mi mirada más tierna
anhelaba perderse,
desde el tobillo
hasta tus verdes ojos.
A ti, acechadora,
profusión de puñal,
bandida del sentimiento,
A ti, sicaria del dolor,
por quien
mis lágrimas
agrietan mi alma.
Y esta noche
para olvidar
de ti, mujer
tanto desaire
seré un hombre
a una botella
de Cardhu, pegado.
(Y eso que yo no bebo).
A ti amarga señora
tango, fado, bolero,
de la banda sonora
de mi existencia.
A ti, princesa,
te voy halar
por el promiscuo páramo
del abandono.
A ti, correa
y tutela
de mi amor.
A ti…
pegándome entonces
a la suela
de tus zapatos.
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