viernes, 22 de julio de 2011

ALEGRÍA VERGONZOSA

Pretendia amar y ser amado,
como si cediera mis derechos
a una red social
encallada en el lapiz
de ojos de tu mirada.
Y pretendia querer
como si cometeiese
un papel en aquellos
puentes de Madison
que se fijarón
en tu tranquilo corazón.
Y pretendia inutilmente
decir adios a la vida,
y entonces como viene
un bebe cuando corre,
por el pasillo del futuro violeta
para jugar a la pelota,
senti por primera vez
la alegría vergonzosa
del regreso de la nada.
La vida de sopetón
penetraba en el parto
de mi defunción.
Lo siento y lo escribo,
evocando aquel momento
receloso e higienico
de tu partida.
Y yo solo pretendia
amar y ser amado.

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