miércoles, 28 de noviembre de 2012

Sólo.



Me encuentro, sólo, sentado,
en el tercer anfiteatro
de la vida.

Me siento engañado, ultrajado,
de tu amor, desahuciado.

Tristeza, toda la noche, tristeza.

En la travesía sinuosa de la vida,
se rasgan los sentimientos,
como dación en pago de tus besos,
como tiniebla en mi pecho,
sombra que no cobija ni me deja.

Me afligen los abrazos perdidos.
Detrás de la nada, lobreguez.

El final de nuestra canción.
Alguien, arqueara los versos,
desgarrando las estrellas.

Y se hundirán en el olvido.

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