viernes, 21 de mayo de 2010

Tristeza Marina

Como un marinero
se enfrenta al mar
sin su rutina salvadora,
me enfrento yo
a mi desolador viaje,
sin tus besos protectores…
La incertidumbre
es el cuerpo del delito.
La inquietud que le acompaña
es la puerta del agobio.
Una tiene los ojos amarillos
lo mismo que la bilis,
lo mismo que el americano cordón policial….
La otra tiene los ojos negros,
lo mismo que la noche,
lo mismo que la piel de toro…
El miedo vivaz
recorre mi sangre,
sonriendo como un ladrón
en la noche de boda.
Luz cegadora
erigiéndose sobre mi faz…
Soy el prisionero
en la goleta del terror.
Ansiedad es su norte,
desazón es su rumbo,
surcando las terribles olas
del océano de la amargura.
¡Soltadme!
…¡Dejadme!
Solo quiero ir
donde la ilusión
me inunde.

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