A oscuras
voy sorteando
avisos de peligro...
Puedo encender la luz
pero prefiero
esta oscuridad
donde habito,
desde que te marchaste...
Anclándome fiero
a la terrible soledad,
que el corazón
hace más fuerte
que la razón...
Todo está negro,
no puedo ver
las estrellas..
Otra vez solo
frente
a mi oscuridad.
Una vez más,
a ciegas
con la vida...
no sabria como explicarte, los sentimientos que me a despertado tu poema, las palabras-sentimientos, con las que cuenta un poeta, no estan a mi alcance, gracias por el regalo de tus sentimientos
ResponderEliminarEl sentimiento cuando es legítimo, condiciona inevitablemente al poema como única forma de llegar a la frontera del todo junto al lector, que recibe ese efluvio y comienza a comprender
ResponderEliminarla milagrosa poesía.
Lo tuyo es indudablemente un estado de gracia.
Te felicito, me gustó mucho y te deseo que muchos/as lleguen a abrevarse en este lago espiritual.
Un abrazo.
Mónica.