Quizás vuelva a resucitar,
un día cualquiera
en Primavera.
Quizás olvide el baile
de recuerdo,
y vuelva a reír cuerdo.
Quizás este eterno vendaval
que tiene mi cuerpo desolado,
desaparezca de mi lado.
Quizás las alas del viento
puedan algún día
debilitar el brío de tu ausencia.
Quizás este triste poema,
mohíno, aciago, esquivo,
sea lo último que te escribo.
Quizás, cariño, quizás…
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