Nena:
Te has marchado
con la piel horadada
por el olvido.
Has escatimado
ternura hasta la extrema demacración.
Te has dibujado
una careta con jirones rotos
de estruendosa emoción.
No me importa ya nada,
el fundido en negro,
el the end, de nuestra historia.
No me importa ya nada,
el error de cupido,
la decapitación de mi corazón.
Adiós, nena, adiós,
miserable anfitrión
es el amor,
que corroe hasta los tuetanos.
No me importa ya nada,
todos mis delirios
de amante infinito.
Al fin y al cabo
solo son un puñado
de palabras insensatas
mi poema.
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