sábado, 18 de diciembre de 2010

ATERCIOPELADA NUBE.

Hay dos puntos cardinales
en mi vida,
son tu amor,
y tu pasión,
cuán volcanes
en erupción,
bajo el glaciar
de mi torpe actitud.
La lava que les arde
nunca dejaron de llamarme,
y a más avanzamos
en nuestra relación
más fluyen,
formando una inmensa
y aterciopelada nube,
que descarga
su copioso querer
en el ocaso de mi ser.
Aunque a veces
los enfríe, los hieles,
el vértigo de mi insensatez,
avanzan incesante
hacia mi corazón.
¿Quién los puede
devastar?
¿Quién los puede
masacrar?
Magma fanerítica,
que solidifica
el secreto de la felicidad
en mi corazón.

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