miércoles, 15 de diciembre de 2010

REINA

¡Amigos, que me llamen
a esa celebración,
a esa recepción,
que es mi princesa!
La dueña de mi corazón,
la música de jazz,
serpenteando en el tiempo.
Oh dulce y linda
mujer, cuánto te habías
dilatado en aparecer
en mi acre vida.
Encaramada en la arboleda
de tu alma,
solitaria, libertaria,
te encontré,
como una sinfonía heroica.
Rapsodia de versos,
cartas diarias,
diálogos sin guión,
eran mis argumentos,
por hacerte partener
de mis deseos.
Rompiendo la rutina
con los murmullos
de tus susurros.
¿Fue el azar?
¿Fue mi obstinación?
O tal vez, el loco porvenir.
Ayer y hoy,
a mi lado,
eres la reina de mi morada.
¡Amigos recordarme
que es mi tesoro
para siempre!

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