Está vivo el hombre
con una infinita felicidad,
alegre
pues desde las entrañas
de la vida
nació la ofrenda
de la confirmación.
Un bello infante,
obra del ingenio,
la ternura
y el embeleso...
Héroe en el horizonte,
tus años nos arrullaran
en coral de quimeras tenaces
¡Oh infante!
¡Que bendita esperanza
para tu madre!
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