sábado, 12 de febrero de 2011

UNAI

Primor, finura, esplendor,
tiene tu blanca tez.
Blanca como mi esperanza,
y emerge tu encanto
sobre mi desconsuelo.
Hay una concreta claridad
en tu perfecta mirada
que ilumina mi caminar.
Y es bajo tu tutela
que mis sentimientos
crecen cual general Sherman.
Abriste con tu llegada
una ventana de ilusión,
y la penumbra de mi alma,
se torno en pasión.
Fue entonces
cuando atenace el porvenir,
para poder sin prisas
perseguir tu ventura.

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