Adornaba la escena
de nuestro romance,
el arte de vivir.
Y era clara
nuestra comunicación,
las palabras
se conservaban
en trincheras removidas
por la pasión.
Psicología del
verdadero amor,
que entonces
tiernamente
abandonábamos
en sutiles caricias.
Necesidad de
refugiarme
en tus abrazos.
La luz de tu mirada
era una brecha
en el alma
del universo,
y una mina de placer
en mi realidad.
Cuadro de una sola
y elegante visión,
donde se pinta,
la unión
de nuestros besos
Idilio de libertad.
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